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La inteligencia emocional adquiere en la etapa adolescente un papel muy importante y, como tal, hay algunos aspectos que debemos tener en cuenta para trabajarla en casa:

  • Hablar de las emociones. En la adolescencia es importante, al igual que en la infancia, hablar de las emociones, recalcando que en esta etapa es interesante hablar acerca de cómo se manifiestan ahora y en qué se diferencia de la etapa infantil. Sin agobiarlos/as, sin presionarlos/as, dándoles espacio para hablarlo y haciéndoles sentir libres de expresar sus emociones.

  • Comunicación sí, pero sin altas expectativas. La comunicación debe ser bidireccional, pero el papel de los padres debe ser también comprender que esa comunicación puede no cumplir a veces con las expectativas esperadas. En ocasiones se nos olvida que la comunicación con un adolescente ya no es la misma que con un niño.

  • Emplear herramientas adaptadas. La lectura de textos interesantes en familia, es importante para despertar la curiosidad, generar vínculos y disipar pensamientos negativos por pensamientos positivos, en función de la edad adaptaremos su lectura de una forma u otra, profundizando más o menos y prestando atención a unas u otras emociones.

  • Respetar su espacio y necesidades. Debemos aceptar que los cambios internos y la búsqueda de su individualidad pueden marcar necesidades muy distintas a las que esperamos. Respetar su espacio y lo que necesitan en cada momento también es vital en el desarrollo de la inteligencia emocional.

 

La Inteligencia emocional permite a los niños reaccionar a sus sentimientos de manera apropiada. Esta habilidad ayuda a los niños a pensar y aprender de manera diferente para enfrentar sus desafíos. Los siguientes consejos ayudan a incremental la IE en los niños

1. Ayúdelo/la a estar consciente de sus emociones

Anime a su hijo a hablar acerca de los desafíos que enfrenta. Pídale que nombre la emoción (“enojo”, “tristeza”, “celos”). Luego pregúntele por qué se siente así. Puede hacer lo mismo cuando tiene una experiencia positiva.

2. Practique leer las emociones de otras personas

Ver televisión puede ser una buena forma de practicarlo. Baje el volumen y trate de adivinar lo que sienten los personajes. Hable acerca de cómo el lenguaje corporal y las expresiones faciales pueden dar señales

3. Reflexione sobre reacciones y eventos pasados

Tómese el tiempo de reflexionar con su hijo sobre situaciones pasadas y analicen cómo fue su respuesta. Dele un elogio útil si reaccionó de manera constructiva. Por ejemplo, tal vez se sentía frustrado con la tarea de matemáticas y le pidió ayuda. Si reaccionó de manera poco constructiva, como tirar el libro de matemáticas al piso, hable de cómo pudo haber reaccionado de manera diferente.

4. Formule nuevas estrategias

Utilice situaciones difíciles como oportunidades para aprender. Explíquele de lo que puede hacer cuando se siente de cierta manera o está enfrentando un reto. Por ejemplo, en lugar de gritar a su hermano/a, qué podría hacer cuando su hermana tiene la música con demasiado volumen

5. Encuentre oportunidades para ayudar a otros

Cuidar a las personas puede ayudar a su hijo a desarrollar empatía. Hagan trabajo voluntario. Ayuden a personas con necesidades particulares, realice acción con animales y plantas

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